La lucha contra el cambio climático es una cuestión de supervivencia global. Cada vez más personas están reconociendo la urgencia de tomar medidas concretas para abordar el calentamiento global y sus impactos en la salud, la seguridad alimentaria, la economía y la estabilidad global. Es un problema que afecta a todos y todo en el planeta, y se necesitan soluciones rápidas y efectivas para evitar su peor impacto.

Aunque algunos líderes mundiales y corporaciones siguen negando la existencia del cambio climático, la evidencia es abrumadora. La quema de combustibles fósiles y la deforestación son responsables de más del 90% de las emisiones de CO2, lo que hace que la temperatura del planeta aumente y provoque deshielos, sequías, inundaciones y otros desastres naturales. Además, la pérdida de la biodiversidad y la acidificación de los océanos amenazan la vida silvestre y la seguridad alimentaria de miles de personas en todo el mundo.

Es por eso que es clave poner en marcha políticas públicas enfocadas en la reducción de emisiones de gases efecto invernadero y fomentar el uso de energías renovables. La Unión Europea, por ejemplo, ha sido pionera en la creación de planes de acción climática, así como en la promoción de tecnologías limpias y sostenibles. Además, numerosos países se han comprometido a reducir sus emisiones y aumentar su capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático a través del Acuerdo de París.

Además, las empresas también deben asumir su responsabilidad empresarial en la lucha contra el cambio climático. Es necesario que incorporen prácticas amigables con el medio ambiente en su operativa, innoven tecnologías sostenibles y reduzcan su huella de carbono. Muchas compañías líderes, como Google, ya han comenzado este proceso y estamos seguros de que muchos les seguirán.

En definitiva, la lucha contra el cambio climático no puede ser un esfuerzo exclusivamente individual o colectivo. Todo el mundo tiene que ser parte de la solución, incluyendo líderes mundiales, la sociedad civil, el sector privado y todos aquellos que compartan esta visión. No hacerlo atenta contra nuestra propia supervivencia y la de todos los seres vivos en el planeta. Juntos, podemos tomar medidas para proteger el planeta y asegurarnos de un futuro sostenible y prospero para todos nosotros.